sábado, 21 de marzo de 2015

Fuerzas que operaban en la Columna Mangada

Tras la derrota llevada a cabo por la Columna nacional dirigida por Lisardo Doval, escribe Salas Larrazábal en su obra "Historia del ejército Popular de la República":
"Doval acusó a las milicias de la responsabilidad de la catástrofe, pero fue destituido y no volvió a ocupar mando militar durante la guerra. Este comandante de la Guardia Civil, al que los socialistas hicieron blanco de su odio por su actuación en la represión de Asturias en octubre del 34, en que fue encargado de recuperar el armamento que los mineros habían robado en la fábrica nacional de armas, vivía en Portugal desde el triunfo del Frente Popular y de allí regresó al iniciarse el Movimiento. En Salamanca se dedicó a levantar la columna en cuya organización pecó de imprevisión. Su tropa no era ni tan siquiera una milicia; no pasaba de ser un grupo de paisanos armados. El informe en que trata de eludir su responsabilidad de jefe trasladándola a sus entusiastas y despistados voluntarios denota una absoluta falta de capacidad para el mando.
Con este triunfo Mangada alcanzó el paroxismo de una efímera gloria. Sus hombres le adoraban y en Madrid creció su popularidad que alcanzó la aureola de héroe.
Ante este descalabro sus enemigos comienzan a prestarle atención. Ávila había estado, hasta entonces, reducida a sus propios medios. La Guardia Civil local y paisanos armados, pues todas las fuerzas regulares de los alrededores: regimiento de la Victoria de Salamanca, de Toledo, de Zamora y el batallón de ametralladoras de Plasencia, así como las milicias organizadas y encuadradas, eran absorbidas íntegramente por la ventosa de la sierra de Guadarrama. Ávila capital no era más que un punto en la ruta, que por Villacastín las conducía al Alto del León, a San Rafael o a El Espinar, dejándola abandonada a sus medios del mismo modo que ella se había visto obligada a abandonar a su suerte a los destacamentos de los valles del Alberche y el Tiétar.
El día 31 de julio se establecen ya, con carácter permanente, en la zona de Ávila, dos escuadrones de Caballería del regimiento Calatrava al mando del comandante Merlo y este núcleo se iría incrementando posteriormente hasta llegar a constituir la columna del coronel Monasterio, que llegó a Ávila el día 15 de agosto para tomar el mando.
Hasta finales de ese mes el frente se mantiene en relativa calma, sólo turbada por pequeñas operaciones de carácter local, y Mangada cubre su frente con cuatro agrupaciones. La principal de ellas con cabecera en Navalperal y constituida por los batallones "Aida Lafuente", "Pueblo Nuevo, Ventas", "Fermín Galán" y "Capitán Condés"; una compañía de Ingenieros, una sección de morteros, una compañía de ametralladoras, una batería mixta, con piezas de montaña de 75 y 105, un tren blindado y cinco blindados de asalto. En las Navas de Pinares se sitúan el batallón "Largo Caballero" y algunas milicias locales. En Burgohondo, el batallón "Cataluña" y una compañía del batallón "Capitán Condés", y en San Bartolomé de Pinares los batallones "Asturias" y "Sargento Vázquez" y el de Infantería del comandante Noé. Dispone el sector de otra batería mixta de 105 y 75 y de una sección de morteros. En reserva mantiene dos compañías de la Guardia Civil. En total son 5.300 hombres.
La euforia va cediendo y el 31 de agosto Mangada dicta una orden general que condensamos en sus cuatro puntos más sobresalientes:
1º Los permisos para Madrid sólo se darán de tren a tren; el que no regrese en el que le corresponde será considerado como desertor.
2º No hay que tener tanto miedo a la aviación. "El enemigo no dispone de bombas en cantidad y calidad excelente; la envuelta de una de ellas, cogida ayer, revela lo que se dice, pues era la de una lata de chorizos en conserva".
3º Cuando se toque llamada, acudir todos.
4º Castigaré ejemplarmente al que huya frente al enemigo. "Tenerlo en cuenta en evitación de escarmiento ejemplar"."

Ramón Salas Larrazábal, "Historia del ejército popular de la República", pp. 246-247, Vol. I. Editora Nacional. Madrid. 1973.